MEDIO AMBIENTE
Defensores del medio ambiente: al frente de la batalla por un planeta limpio.

Phyllis Omido no tenía idea de que era una defensora del medio ambiente cuando empezó a cuestionar por qué la gente de su comunidad –incluyendo su propio hijo- había empezado a enfermarse. Después de aplicar a su hijo a varias pruebas que resultaron negativas, un compañero de trabajo le sugirió practicar un examen por posible envenenamiento por plomo. Cuando las pruebas regresaron con resultados positivos, Omido se dio cuenta de los efectos devastadores del plomo en el medio ambiente.
Más adelante, ignoró las amenazas a su vida y a las vidas de sus seres queridos para alertar al gobierno de Kenia que una fábrica de fundición estaba liberando plomo en el acueducto local y contaminando la zona con humos tóxicos.
"Me golpearon, arrestaron y en varias ocasiones fui encarcelada cuando exigí que se cerrara la fundición de plomo y se hiciera responsable a los dueños. En cambio, me acusaron de ‘incitar a la violencia’", dijo Omido.
"Fui absuelta, junto con algunos de la comunidad, y volvimos a protestas porque el envenenamiento por plomo había aumentado durante ese período", relató. "Todavía estamos usando el río contaminado con plomo y nuestros niños siguen cayendo enfermos. ¿Qué más podemos hacer?".
La fábrica, administrada por Metal Refinery EPZ Ltd., fue finalmente cerrada en abril de 2015 después de un prolongado clamor público. El Centro de Justicia, Gobernanza y Acción Ambiental, una organización no gubernamental fundada por Omido, ha lanzado desde entonces un litigio en contra de los propietarios de la fábrica en nombre de los residentes de
Owino Uhuru. El caso será escuchado por el Tribunal de Medio Ambiente y Tierras de Mombasa en octubre de 2017. Las víctimas quieren ser compensadas por las complicaciones médicas y las muertes que dicen surgieron de la contaminación por plomo.
© ONU Medio Ambiente